Las empresas que utilizan servidores físicos se ven afectadas por las limitaciones de los servidores x86 actuales, los cuales fueron diseñados para ejecutar un solo sistema operativo y una sola aplicación a la vez. Eso en la práctica genera la necesidad de implementar varios servidores -incluso en centros de datos pequeños- cada uno de los cuales funciona típicamente a un capacidad de entre el 5% y el 15%. Y mantener una capacidad ociosa de entre el 85 y el 95% resulta altamente ineficiente desde cualquier punto de vista.

Con la virtualización se utiliza software que simula la existencia del hardware, creando así un «sistema informático virtual». Y como se puede ejecutar más de uno de estos sistemas virtuales simultáneamente en un único servidor físico, con múltiples sistemas operativos y aplicaciones, en la práctica la virtualización reduce drásticamente esa capacidad ociosa, logrando así grandes economías de escala y una mayor eficiencia.

La virtualización incrementa la escalabilidad, flexibilidad y agilidad de su infraestructura informática, con significativas reducciones de costos. Las cargas de trabajo se implementan con mayor rapidez, el rendimiento y la disponibilidad aumentan, y las operaciones se automatizan. Todo esto hace que la administración de la infraestructura sea más simple y que su operación y propiedad sean menos costosas.

• Reducción de los costos de capital y operacionales
• Minimización o eliminación del tiempo fuera de servicio
• Aumento de la capacidad de respuesta, la agilidad, la eficiencia y la productividad
• Aprovisionamiento de aplicaciones y recursos con mayor rapidez
• Continuidad del negocio y recuperación ante desastres
• Simplificación de la administración del centro de datos
• Desarrollo de un verdadero centro de datos definido por software

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